La provoleta es un queso de origen argentino. Es otro de sus platos más cocinados y un clásico en la gastronomía de este país. Es perfecto como entrante. De gusto intenso sin llegar a picar. Su apariencia es de superficie redonda, de un amarillo pálido.
Es un queso creado con leche de vaca adecuadamente acidificada en el que se han cultivado bacterias lácticas (como en los yogures) y que se coagula de tal modo que desprende un aroma específico y posee un sabor inconfundible.
Se puede cocinar en fuente de barro en la parrilla, horno, microondas o a la plancha.